lunes, 2 de diciembre de 2013

No hay quien les tosa

Incluso cuando no juega bien, este Atlético saca los partidos con solvencia. Esta vez, la víctima fue el Granada en el estadio de Los Cármenes. 1-2, gracias a los goles de Diego Costa y David Villa desde el punto de penalti. Ighalo hizo el tanto para los granaínos.

No fue su partido más brillante, ni mucho menos. Es más, en lo que a elaboración del juego se refiere, el Granada fue superior durante casi todo el encuentro. La pregunta entonces es: ¿qué tiene este Atléti, que lo gana todo?
Para empezar, tiene las ideas muy claras. El Cholo estudia exhaustivamente a sus rivales, y no deja nada al azar. Da igual que el contrincante se llame Granada, que Barça, que Bayern  Münich. El técnico argentino no le gusta menospreciar los equipos a los que se enfrenta, ni dar algunos puntos por asegurados, no vaya a ser la sorpresa... Y mucho menos, si el rival es el Granada. Los nazaríes defienden un sistema valiente, basado en el buen trato del balón y la distribución rigurosa del juego por todas las áreas del campo. Hace un fútbol elegante, visualmente divertido para el espectador. En ello, buena parte de culpa tiene Iturra, que se salió frente a los colchoneros. El venezolano es un jugador ejemplar. Cualquier entrenador queerría contar con él para su once. Pese a su corte defensivo, y a su lucha incansable en la faceta de cortar el juego rival, cada partido de Iturra es un conciertazo. Un auténtico recital de pases, aperturas de juego, y un trato esquisito del esférico. Además, no se rodea de malos socios para la causa, precisamente. Gente como Francisco Recio o Buonanotte ayudan a ese planteamiento fluído y vertical de los hombres de Lucas Alcaraz. Dos laterales bien abiertos, que ensanchan el campo y facilitan la subida del esférico a campo contrario. Nyom hizo esto a la perfección. Sin embargo, es llegar a las proximidades del área, y llegan los fantasmas. Y es que el gol es la asignatura pendiente de este Granada. Suda tinta china para ver puerta. Los números hablan por sí sólos: únicamente 7 goles a favor en lo que llevamos de campeonato, el registro más negativo de toda la tabla. Si al buen juego le sumaran un porcentaje mayor de cara a portería, hablaríamos de un serio candidato a zona europea. Y si sumamos equipo negado con el gol, y Atlético de Madrid en defensa, apaga y vámonos. Los granaínos no supieron por dónde meter mano a la pareja Godín-Miranda, siempre fiable atrás.
David Villa fuerza el penalti del segundo tanto, que el mísmo convertiría
David Villa fuerza el penalti del segundo tanto, que él mísmo convertiría (vía web oficial Atlético de Madrid)
Por suerte o por desgracia, el mundo es como es. Y lo que sí es real, es el espectacular momento de forma de este Atlético. 10 victorias y 1 única derrota en 11 compromisos. Números apabullantes, dignos del segundo clasificado de la que para muchos es la mejor liga del planeta fútbol. Sin duda, uno de estos artífices es Diego Costa. En Los Cármenes no tuvo su partido más brillante ni mucho menos, pero eso no le importó lo más mínimo para volver a mandar el cuero al fondo de la red. Esta vez fue desde los once metros, aprovechando un lanzamiento de penalti forzado por Villa. El Guaje fue el "man of the match" del partido. Dio una master class de cómo sacar el máximo rendimiento de un número escaso de ocasiones. Y es que los rojiblancos - esta vez de amarillo y azúl - pudieron contar con los dedos de una mano sus ocasiones de gol. Casi todas provenían del carril derecho, con la figura protagonista de Juanfran Torres. Un nuevo partidazo del alicantino, que dio un recital de solider defensiva y profundidad. Numerosas llegadas a línea de fondo, y una vez allí, eligiendo siempre la opción más ofensiva.
Lo poco que llegaba el Atlético, lo hacía además mediante contras veloces. Las transiciones defensa-ataque del equipo de Simeone son de las más efectivas que podemos ver ahora mismo en todo el viejo continente. Así nació la jugada que forzaría el segundo gol. Costa baja un balón que viene de las nubes y cede para Koke, que desplaza en largo a la carrera de Villa. El asturiano se mete escorado a la derecha en el área, y con un hábil quiebro, fuerza su segundo penalti del partido, que esta vez él mismo se encargaría de convertir.No hizo falta mucho más. Bien pudieron caer más, si no fuese por la brillante actuación del siempre correcto Roberto, que le sacó un mano a mano a Diego Costa justo antes del segundo gol. De hecho, no hubiese venido mal que entrara, para los intereses del Atlético, ya que Ighalo recortaría distancias cumplido el 90' de partido. Centro desde la derecha de Nyom que pilla a la zaga descolocada, que encuentra el remate del ariete nigeriano. Ese gol, y la expulsión de Filipe por doble amarilla mantuvo con esperanzas a los locales durante los tres minutos de descuento.  Quedó en eso: tesón y coraje, pero poco acierto. El detalle feo lo dejaron Iturra y Diego Costa, en un rifirrafe de los que el brasileño siempre es protagonista. Se juntó la impotencia del venezolano con la facilidad para los problemas del crack rojiblanco. El hambre con las ganas de comer. Por cierto, Filipe no cumplirá la sanción este domingo frente al Athletic, ya que el Comité de Competición no se reúne por ser festivo. Hay cosas que al parecer nunca van a cambiar en este país.
Así las cosas, el Atlético pasa otra jornada más de su calendario segundo en la clasificación, manteniendo ese punto de desventaja con el F.C. Barcelona. Diego Costa sigue en la cima del tablero de goleadores, con más dianas que partidos disputados (12 en 11 encuentros). Eso sí, todo ello por el momento, ya que el sábado vuelve la Liga con la duodécima jornada. ¡Esto no para!

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